viernes, 26 de julio de 2013

HISTORIA DE MI PADRINO EL TATA MACHO

"El Tata Macho" (Joaquín Pou) quien nació en cien fuegos Cuba en el año 1926, tenia coronado shango (oba lashe) llega a Venezuela en el año 1974, y junto con él sus conocimientos sobre el palo monte por esta fecha la regla de ocha apenas comenzaba en Venezuela, pero el palo monte era totalmente desconocido, así este insigne hombre en compañía más tarde de su hermano el Sr. Guido Pou (Pipo), Oni Kayorde  lucharon luego de su llegada a estas tierras contra los prejuicios que para aquel entonces significaba el Palo monte. dando inicio a lo que es hoy la rama de palo más grande de Venezuela, los Arriba Nkisi, hoy son miles y tal vez millones de Venezolanos que descienden de esta rama de palo, creada por uno de los más grandes en Venezuela, quienes tubimos la dicha de conocerlo a Tata Macho, sabemos y damos fe que podía pasar horas enteras hablando y orientando a quien lo necesitaba, su humildad, carisma y desinterés a la hora de enseñar las reglas congas, asi mismo deben recordar esa gran ceiba que cobijaba su Nzo nganga, donde el Tata Macho, podía pasar horas entera hablando y orientando a quien lo necesitaba, es por ello que escribo estas humildes lineas que es la unica forma de rendirle tributo a la memoria de  mi padrino Joaquin Pou “El Tata Macho”.

jueves, 10 de noviembre de 2011

HAY RELACION ENTRE EL PALO MAYOMBE Y OSHA?

Con los nombres de palo mayombe, palo monte, regla conga, o brujera, es conocido el sistema mágico-religioso de antecedentes africanos, producto de la transculturación generada por la llegada forzosa de esclavos de pueblos bantú en Cuba, especialmente dentro de la zona de Cienfuegos, y desde la cual se extendió, no sólo al país cubano, sino a otros lugares del Nuevo Mundo y actualmente a prácticamente todo el mundo, ya que podemos encontrar seguidores de la religión en todos los continentes.

El bantú y sus siete dialectos reconocidos, es la lengua hablada por un número diverso de pueblos que habitan el África ecuatorial, desde el Camerún hasta Mozambique, conocidos mayormente como congos. Entre estos pueblos los llamados bakongos, cuyo lenguaje es el kikongo ( un dialecto del bantú) figuran entre los principales portadores del sistema religioso que daría paso al culto del Palo Monte. Los bakongos proceden de la región de la selva de la Mayombe, actual provincia angoleña de Cabinda.

Como vemos la palabra Mayombe alude indudablemente a la selva de la Mayombe, de donde se estima salieron gran cantidad de esclavos hacia Cuba y Puerto Rico, durante el auge económico del azúcar a mediados del siglo XIX. También procedentes de la región del Kouilou, actual Congo, salieron, una considerable cantidad de esclavos bavilis (portadores de la vriyumba) y bayombes (etnias de origen bakongo) y también de habla kikongo, que aportaron sus prácticas religiosas a la formación del Palo Mayombe.

Algunos de estos pueblos se hallaban organizados en reinos, resultando, ser el mayor de ellos el llamado reino del Congo (digo reinos en el sentido europeo del término, ya que sus reinos hay que entenderlos desde la mentalidad africana tribal organizada en clanes.

Fue a este lugar que llegaron los primeros exploradores europeos, los portugueses en el siglo XV, quienes con mentalidad mercantilista ofrecieron su apoyo al gobernante congo bautizado como “Don Alfonso” en sus luchas con reinos vecinos y comenzaron con el tráfico de esclavos, obtenidos de los prisioneros. Estos prisioneros fueron arrancados brutalmente de sus familias, de sus tierras, y traídos al mal llamado Nuevo Mundo.

Pero en todos los buques negreros que partieron del África no solo iba el esclavo, si no que también venían con ellos sus creencias y fe en sus dioses y deidades ancestrales, profundamente arraigadas en su ser y alma. Cuando llegaron a su destino, al final de un viaje sin regreso, llenos de un dolor y una tristeza indescriptibles, se enfrentaron a una situación totalmente nueva: Leyes, gente diferente, costumbres, dioses nuevos, régimen de trabajo, etc. Todo le era totalmente extraño, por lo que tuvieron que comenzar a adaptarse a estas condiciones, modificando sus patrones culturales por otros. Lo único que pudieron preservar muy dentro de si, fueron precisamente la fe y devoción religiosa en sus deidades las cuales unos lo hacían desde el más arcano secreto y otros, con el tiempo, fueron disfrazando esa devoción con los santos de la iglesia católica, con el único fin de evadir el celo de las autoridades eclesiales y evitar exponerse a severos castigos.
Sin embargo, observemos unos puntos importantes sobre este último particular, que nos puede explicar el porqué hubo cierta afinidad y posibilidad de ocultar las deidades africanas con las deidades cristianas y cómo se manifiestan en la cultura popular religiosa.
En el primer aspecto tengo que mencionar lo siguiente: Los bantú poseían un cuerpo de creencias religiosas (creencias y prácticas relacionadas con los seres, fuerzas y poderes sobrenaturales), cosmogónicas (mitos de creación), y cosmológicas (conceptos acerca del mundo y el universo), con el que interpretaban su pasado, presente y futuro. La fusión de estas ideas sustentadoras de la concepción bantú, de todo lo existente, originó su modo particular de entender al mundo que le rodeaba. A través de la adoración de las fuerzas de la naturaleza y el culto a los antepasados (África es el continente clásico en el culto a los antepasados, como Siberia lo es en relación al chamanismo), buscaban la protección, seguridad, bienestar y progreso de la comunidad. Para ello era esencial dominar a estas fuerzas de la naturaleza (también conocido como nkisisismo, término kikongo. Los medios utilizados para tales fines resultan ser los elementos de la estructura religiosa tradicional africana, que podemos observar en los sincretismos surgidos en Cuba y otras regiones de América. Estos elementos son los siguientes: culto a los antepasados del cual ya he hecho mención en otros post, pero al que añadiré “… al observar a sus sobrevivientes, el alma que ya ha emprendido el tránsito puede ver con desagrado sus formas de vida y sus actividades en la tierra, decidiendo descargar sobre ellos diversas calamidades como la forma de llamarles a cambiar de conducta.” como vemos en las creencias africanas los difuntos juegan un papel primordial por lo que estos, al rendirle culto y mantener una relación consecuente los vivos con ellos, los protegen de las calamidades; (esto se evidencia en otras culturas no africanas también), Animismo ( la existencia del alma más allá de la muerte ); Magia ( la técnica de la religión para conseguir los fines del practicante), son los mecanismos de los cuales se valen los practicantes para desarrollar sus creencias. Fetichismo (objeto al que se le atribuye un poder sobrenatural).MANA o ASHÉ (el poder de una deidad, fuerza o espíritu para habitar o posesionarse de persona o cosa). Totenísmo (objeto inanimado, vegetal o animal que asume la representación de una deidad o su mediador entre el ser humano y un ente superior). Zoolatría ( creencia en que una deidad, fuerza o espíritu, puede tomar forma animal).
Toda esta estructura de creencias se haya inserta en la teosincracia del África subsahariana, o sea en las culturas que habitan al sur del gran desierto y que cubren la mayor parte de las zonas depredadas por los tratantes de esclavos.
Otro aspecto que debemos tener presente, es el de la finalidad sistémica de las prácticas religiosas de los diversos conglomerados culturales que habitaban la región subsahariana. ¿Qué quiero decir con esto?, ( aún hoy en día esto se ve en algunas partes del África), pues que -parafranseando a un etnólogo- “… el objetivo principal que se busca con la práctica de una determinada forma de religiosidad es la evolución espiritual del creyente, el desarrollo de su ser, así como diferentes fines - o fines últimos- según el credo”. Diversos estudiosos lograron determinar el fin que perseguian las prácticas religiosas en diferentes zonas antes de que estos pueblos se vieran inmersos en el colonialismo europeo, y sufrieran una vasta trasformación en sus estructuras culturales. Como ejemplo de comparación para facilitarnos el entendimiento, la religión cristiana tiene como fin último la salvación del individuo y la vida eterna. Para ello recure a toda una filosofía de vida que el devoto tiene que observar para lograr dicha finalidad de vida eterna. En las demás religiones y creencias se da también una finalidad; las religiones africanas presentan igual similitud. Entre estas regiones africanas podemos encontrar: Las zonas ubicadas desde Sierra Leona al Río Níger, cuya finalidad es: La preservación de la vida. Del Níger a Camerún:Tránsito feliz de la vida a la muerte. De Umpower hasta Gabón: La prosperidad material. De Loango al Reino del Congo: Dominio de las fuerzas naturales.
El siguiente elemento a considerar es su creencia en un solo dios creador de todo cuanto existe. Podemos señalar este aspecto como uno de vital importancia, pues en opinión de varios estudiosos del tema, cuando hablamos de religiones de ascendencia africana como la Regla Osha ( Santería), Regla arará, Voodoo, Palo monte y otras, realmente estamos ante un fenómeno de culto monoteísta por ser la deidad suprema un sólo ser al cual los demás sirven. Este dios creador africano, aunque se encuentra muy lejos de los seres humanos y no es objeto de adoración directa, creó a otros seres que son a los cuales acuden los devotos para pedir sus favores. Sin embargo existen algunos rituales y cantos especiales dirigidos a este ser supremo, que pese a no ser objeto de culto directo, expresa una compleja realidad hierológica, principalmente en la Regla Osha o Santería, en donde es conocido como Oloddumare ( el inmanente, omnipotente, omnisciente, el nunca creado). El es el creador de los Orichas (deidades, santos sagrados de los yoruba). En la Regla de Palo Monte, la deidad suprema se conoce como Nzambi, Sambia,Insambi, de cuyo poder emanan los mpungos o deidades paleras. Al igual que Oloddumare, Nzambi una vez creó los cielos y la tierra y los humanos se retiró muy lejos y no tiene trato directo con ellos, sin embargo está atento a todo lo que sucede en la tierra, presto a juzgar por sus acciones a los humanos.
Se vincula a estos por medio de los Mpungos o fuerzas congas, de cuya energía emanan, es también un concepto complejo de la mitología palera, que veremos en detalle más adelante.

Conviene tener presente que a diferencia de los Orishas de la Regla Osha, los Loas del voodoo haitiano, los foldunes de la Regla Arará y otras, los Mpungos del Palo Mayombe, no son seres de corte antropomorfa, (como sí lo son en la Regla de Osha), son más bien fuerzas de la naturaleza emanadas de Nzambi, y cuyo sincretismo con los Santos católicos se da a través de la influencia de la Regla Osha en la práctica palera.

Ejemplo de ello, tenemos a la Regla Briyumba o Vriyumba ( una de las tres reglas o subcredos de la religión de Palo Monte) que es la más sincretizada con la Regla Ocha o Santería. Sin embargo, no podemos señalar estrictamente que el Palo Mayombe haya atravesado por igual condición de sincretismo -incluso hay autores y practicantes de las diversas creencias africanas que ponen en tela de juicio este llamado sincretismo- que la Santería, el Voodoo y otras. Se señala que “… la categoría espiritual de los Bakongos al ser trasladada a Cuba sufre una curiosa transformación al asociarse con el panteón de dioses Yoruba-Lucumí y con el santoral católico. Pero más que ante un cambio de concepto en el culto, estamos en presencia de una simple identificación nominal ya que el palero, en última instancia, ignora toda la parafernalia litúrgica de los Orishas yoruba-Lucumís y desconoce todo el quehacer hagiográfico de los santos cristianos. El practicante de la Regla Conga al acercar su entidad a un Orisha Yoruba o a un santo católico toma de uno o del otro (o de ambos) una o dos características. Sin embargo entendemos que por error casi siempre que se menciona el Palo Mayombe, Briyumba, Kimbisa o alguna otra, la identifican como Santería, cuando la realidad es que son sistemas religiosos distintos, aunque haya alguna afinidad entre estas producto del llamado sincretismo. Son religiones tan diferentes como lo pueden ser el Cristianismo y el Budismo. También, porque en ocasiones, los practicantes de las reglas de Palo Monte en cualquiera de sus vertientes (Mayombe, Briyumba ó Kimbisa) son practicantes de la Regla Ocha (Santería) o viceversa, ya que existe la posibilidad de que como son religiones de corte popular, se dé el fenómeno de pertenecer o practicar más de una creencia religiosa.

El Palo Mayombe es entonces un sistema de creencias que proviene de África, concretamente de las zonas de pueblos Bakongos, y que en Cuba sufre varios cambios: Primero, como una mezcla de los ritos y costumbres de las diferentes etnias bantúes que se encuentran en la isla -la tribu de los Bakongos organizadas en clanes, como los bavili, bayombes y otras- hermanadas por un tronco genealógico común y segundo, como resultado del sincretismo que sufren estas etnias africanas al encontrarse con elementos Yorubas, judeocristianos y prácticas espiritistas de origen francés, especialmente Kardecianas, lo que después daría origen al conocido espiritismo cruzado que trataré en otro artículo.

Resumiendo, Palo Monte, ó Palo Mayombe, es una religión única, que nada tiene que ver con la Regla de Osha ni otras religiones de origen Africano, con un riquísimo bagaje cultural, teogónico y cosmogónico, cuyo eje central del culto es el Nquisi, el receptáculo mágico o sagrado donde reside el mundo entero y que está habitado por un espíritu, el Nganga ( que curiosamente en kikongo significa médico) que es el Sacerdote que rige un clan, una tribu, y que gobierna al Nquisi y éste a él de mútuo acuerdo y su pueblo, los creyentes, que acuden al Nganga y a su Nquisi para resolver cualquier problema de índole terrenal o espiritual.